Espejismos de luz
En esta colección, las obras exploran el juego entre la luminosidad y la sombra, con la pintura acrílica dorada y plateada actuando como metáforas de reflejos y destellos. Cada pieza captura un momento de brillante claridad, como un rayo de sol que se filtra a través de las nubes o el destello en la superficie del agua.
La inspiración de esta colección surge tras reflexionar sobre la naturaleza transitoria de la belleza y los momentos fugaces de alegría en nuestras vidas. Las formas fluidas y las gotas dispersas pueden representar las lágrimas de felicidad o la euforia que resuena en la risa. La elección de los colores dorado y plateado no es solo estética, sino también simbólica; representan los valores preciosos y puros que encontramos en los instantes más simples y en la calidez de los recuerdos personales.
Con estas creaciones, se trata poner de manifiesto la visión personal del mundo del artista, teñida de optimismo y esperanza. Es una oda visual a los pequeños placeres, a los fragmentos brillantes que conforman la experiencia humana, celebrando la magnificencia encontrada en los detalles cotidianos, invitando a los espectadores a una contemplación profunda y a encontrar su propia alegría en la resonancia del arte.